Energías renovables para mejorar la eficiencia en el hogar

Energías renovables para mejorar la eficiencia en el hogar

La búsqueda de soluciones para mejorar la eficiencia energética en el hogar no solo va encaminada a contribuir al medio ambiente sino que son bastante necesarias para poder reducir los gastos y las facturas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la eficiencia energética en un hogar depende de factores pasivos y de factores activos.

Los aspectos pasivos que influyen en el consumo energético, están relacionados con la arquitectura del inmueble, entre los que se incluyen: la orientación de la vivienda, que cuente con un buen aislamiento térmico, la instalación adecuada de las ventanas o la protección de la radiación solar con elementos como toldos y pérgolas.

Pero si lo que queremos conseguir es que nuestra vivienda sea autosuficiente y que el consumo se reduzca casi a cero, hay que recurrir a ciertas instalaciones activas que sean capaces de generar energía 100% renovable.

En Casal te explicamos cuáles son las mejores energías renovables que ayudan a mejorar la eficiencia energética en el hogar.

Energía fotovoltaica

Quizás es la más conocida de las energías renovables y la más utilizada, gracias al clima y a las numerosas horas de sol de las que se puede disfrutar en nuestro país.

Los paneles fotovoltaicos puede ser de diferentes tipos:

 

  • Monocristalinos: que ofrecen un mayor rendimiento aunque son un poco más caros.
  • Policristalinos: que son los más utilizados por ser más baratos que los anteriores, aunque tienen también un rendimiento más bajo.
  • Paneles de capa fina: gracias a la flexibilidad de sus materiales se pueden adaptar a cualquier superficie, el inconveniente es que tienen menos rendimiento y por lo tanto, hay que ocupar una superficie más grande.

En España con una instalación que tenga entre 9 o 10 paneles de 180W se puede abastecer el consumo eléctrico de una vivienda.

 

Energía termosolar

A veces se puede llegar a confundir esta energía con la fotovoltaica, ya que las dos utilizan la radiación solar para su funcionamiento y además, ambas se instalan en las cubiertas y en los tejados.

En este caso son placas planas parecidas a las fotovoltaicas por las que circula el líquido, normalmente el agua de consumo, y con la temperatura alcanzada se consigue la calefacción. Su inconveniente es que no generan electricidad sino solo agua caliente.

Energía geotérmica

Con la geotérmica se aprovecha la energía contenida en la temperatura del subsuelo de la corteza terrestre para climatizar o generar agua caliente en una vivienda.

El rendimiento depende de la profundidad a la que se realice la instalación, aunque cualquier punto entre los 10 y los 20 metros de profundidad tienen la misma temperatura todo el año y servirían para abastecer a una vivienda. Este sistema es útil no sólo para calefacción sino también para refrigeración, aunque no es suficiente para generar energía eléctrica. En el caso de utilizar la geotérmica, se debe combinar con una bomba de calor de alta eficiencia para mejorar el ahorro energético.

Energía minieólica

El término mini se refiere a que se utilizan aerogeneradores de tamaño pequeño que consigue una potencia inferior a los 100 kW.

Con una pequeña turbina eólica se genera la energía suficiente para abastecer una vivienda de bajo consumo. Aunque esta energía depende del viento, en la actualidad están bastante optimizados los sistemas, que llegan a ser bastante ligeros y compactos, así como silenciosos y eficientes y con una velocidad de 2 m/s, se puede generar energía. Para que la instalación sea útil además de comprobar la velocidad media del viento donde tengamos nuestra vivienda, también hay que tener un espacio despejado y libre de obstáculos para no bloquear las corrientes de aire.

Energía por biomasa

Esta generación de energía se reconoce por las calderas de pellets. Se trata de materia orgánica que origina un proceso biológico y que se utiliza como fuente de energía. Para una vivienda, este tipo de energía mediante combustión de la biomasa consigue energía calórica que se puede utilizar para calentar la vivienda y en general, agua caliente sanitaria. Lo que hay que tener en cuenta para instalar este sistema es que tenemos que disponer de un espacio para almacenar este combustible.

 

Algunas de estas opciones se pueden aplicar tanto a viviendas unifamiliares como a proyectos de obra nueva, y acudiendo a profesionales especializados, podrían instalarse en viviendas ya existentes.

Asimismo, los sistemas aquí descritos se pueden combinar para poder cubrir todas las necesidades energéticas de una vivienda.

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